14 enero, 2011

REPORTAJE: LA BATALLA CULTURAL EN INTERNET 2. LA INDUSTRIA MUSICAL


Un grito de alarma contra el tráfico ilícito de canciones

El sector pide medidas antipiratería ante la caída en picado del negocio musical

MANUEL CUÉLLAR - Madrid - 11/01/2011

El sector de la industria musical reclama una legislación que ponga orden sobre el tráfico de canciones en la Red casi como única solución para encontrar una posición cómoda dentro del nuevo paradigma en el que la ha sumido Internet. Los últimos datos del Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales describen una situación en la que "la media ponderada de la tasa de piratería ha ascendido en un 76%" y es la música, "con una tasa de piratería del 95,6%", la más castigada. La revista Variety publicaba este mismo fin de semana un artículo en el que situaba el declive imparable del negocio en 2004 y aseguraba que al cierre de 2010 nadie ha sido capaz de encontrar la piedra filosofal que consiga frenar la caída.

"La piratería sigue afectando a la industria a pesar de medidas como el cierre ordenado por los tribunales del servicio P2P de LimeWire, realizado en noviembre", asegura la publicación, que cita la proliferación de sitios de torrents y de descarga ilegal como un mal que ya se está convirtiendo casi en endémico para este sector de la cultura.

El problema es planetario, pero se agrava teniendo en cuenta las legislaciones de cada país. España, además, cuenta con un caso paradigmático y es que los usuarios se aferran a decisiones judiciales que han santificado las redes par a par (P2P) que permiten intercambiar archivos si no se demuestra un ánimo de lucro entre los internautas.

Simone Bosé, presidente de la discográfica EMI, incide en la necesidad de aprobar unas reglas del juego: "Hay tres pilares sobre los que debería basarse una legislación que regule la relación entre la industria y los usuarios: primero el respeto por la propiedad intelectual y la propiedad privada a la que todo ciudadano tiene derecho. Segundo, que los usuarios comprendan que hay determinados comportamientos en la web que no son admisibles. Y por último, una regulación respecto a las compañías proveedoras de servicios de Internet cuyas cuentas de resultados crecen cada año, pero que ofrecen cada vez servicios más caros y que permiten que la situación de barra libre se haya instalado y pueda usarse a sus anchas por los internautas".

Pero ¿qué ha hecho el sector mientras tanto para intentar capear el temporal? Bosé responde: "Hemos intentando ofrecer mejores y nuevos productos. EMI está presente desde hace más de 10 años en todas las plataformas de distribución legal de contenidos a las que apoyamos y con las que colaboramos de una forma muy favorable. Estamos presentes en más de 250 plataformas digitales y avanzando, como con la inclusión del catálogo de The Beatles en iTunes, por ejemplo. Creo que estamos donde debemos estar. Además, en breve, nos haremos también visibles en plataformas de televisión y vídeo por la Red, pero siempre en aquellos lugares en los que se remunere la propiedad intelectual".

Los servicios de streaming, como Spotify, se han erigido como "una de las soluciones" al problema, "aunque no son el remedio", en palabras de Lutz Emmerich, el responsable de la empresa en España: "Ofrecemos una forma sencilla de acceder a contenidos musicales que no es ilegal, que genera beneficios para los artistas y las discográficas a través de suscripciones y publicidad y, sobre todo, hemos logrado que muchos de nuestros clientes olviden algo tan poco seguro y tan complicado como la descarga ilegal". Además, han invertido y llegado a acuerdos con empresas como Sonos o Logitech Squeezebox, que "aún facilitan mucho más el acceso legal a un fondo de más de 10 millones de canciones on line y que se nutre con 10.000 canciones al día".

Florian Von Hoyer, director de la distribuidora Altafonte, especializada fundamentalmente en grupos independientes, cree firmemente en las bondades de sistemas de streaming "del tipo Spotify o los españoles Yes.fm". Para Von Hoyer "estos servicios han ganado en velocidad al P2P". Para él el asunto no admite discusión: "Hay internautas que podríamos llamar los internautas malos, que argumentan el uso de la barra libre en que no pueden acceder a contenidos determinados de forma legal, pero dejémonos de tonterías. Yo soy consumidor y el mundo legal y gratuito está ahí y cada vez mejor y, aunque menos, genera beneficios".

Fuente: El País

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